memoria
La intervención debería preservar la percepción del espíritu del edificio, como pieza de la memoria colectiva, que así ha llegado hasta nuestros días.
La idea de que se perciba el tiempo, y que el nuevo uso ahora planteado no desvirtúe esta sensación. Un nuevo uso, otro programa y la necesidad de poner en valor la ruina preexistente.
Programar el uso de la edificación de forma que se permita garantizar la accesibilidad de los recorridos, y por otra parte dotar a la lectura del edificio de una reinterpretación de la memoria del mismo.
Se concibe el nuevo acceso por el lateral este de la casa, ya que desde este punto se realiza la entrada a nivel como recorrido adaptado.
Se resuelve el programa en dos niveles de uso (adaptados a los existentes) de forma que se procure aprovechar una máxima verticalidad de los espacios pero partiendo de la premisa de que se deberá percibir el edificio como un todo.
Se potenciarán la máxima versatilidad de los espacios interiores, y la mayor fluidez de los mismos, especialmente en el contacto con el exterior. Se entiende la terraza del porche como una estancia más, evitando usarla solo como zona de acceso, en la búsqueda de que se procure el máximo disfrute del soleamiento, y las vistas del exterior.
ficha técnica
BMJ ARQUITECTOS
Arquitectas
Belinda Besada, Marister Faílde
Arquitecto colaborador
Víctor M. González Magdalena
planos
memoria
La intervención debería preservar la percepción del espíritu del edificio, como pieza de la memoria colectiva, que así ha llegado hasta nuestros días.
La idea de que se perciba el tiempo, y que el nuevo uso ahora planteado no desvirtúe esta sensación. Un nuevo uso, otro programa y la necesidad de poner en valor la ruina preexistente.
Programar el uso de la edificación de forma que se permita garantizar la accesibilidad de los recorridos, y por otra parte dotar a la lectura del edificio de una reinterpretación de la memoria del mismo.
Se concibe el nuevo acceso por el lateral este de la casa, ya que desde este punto se realiza la entrada a nivel como recorrido adaptado.
Se resuelve el programa en dos niveles de uso (adaptados a los existentes) de forma que se procure aprovechar una máxima verticalidad de los espacios pero partiendo de la premisa de que se deberá percibir el edificio como un todo.
Se potenciarán la máxima versatilidad de los espacios interiores, y la mayor fluidez de los mismos, especialmente en el contacto con el exterior. Se entiende la terraza del porche como una estancia más, evitando usarla solo como zona de acceso, en la búsqueda de que se procure el máximo disfrute del soleamiento, y las vistas del exterior.
ficha técnica
BMJ ARQUITECTOS
Arquitectas
Belinda Besada, Marister Faílde
Arquitecto colaborador
Víctor M. González Magdalena