Una vivienda hogar de la propietaria y refugio ocasional de sus hijos. Se plantea una zona de estar de día con la dimensión necesaria para poder acoger a toda la familia y una zona de noche compuesta por dos dormitorios dobles y dos de matrimonio.
La parcela situada orientada a Sur, en la falda del monte Tecla, con una gran parte de su superficie plana y otra parte de monte con topografía abrupta y abundante vegetación. Las vistas lejanas desde toda la parcela, panorámica de la costa portuguesa de gran belleza.
Se resuelve la vivienda en una única planta, buscando el contacto con el terreno en todas las zonas comunes, galería, cocina y salón. La disposición alargada permite que todas sus estancias puedan disfrutar del sol y del paisaje. Las zonas de servicio se desarrollan paralelamente a las estancias principales y ocupan la parte trasera, de tal modo que hacia el monte se ofrece una fachada casi ciega, con cubierta plana, a modo de zócalo–socalco.
El hecho de que habitualmente sólo sea la propietaria la que habite la vivienda obliga a dividirla en dos zonas: una compuesta por las zonas de día y la habitación principal, y otra que agrupa el resto de estancias de ocupación ocasional. La separación entre estas zonas se realiza separando los servicios de forma que se permita acondicionar la vivienda por separado.